10/10/2006

Se escuchó en un circo II

…Y terminó la actuación de los elefantes bailarines, el público aplaudía sin cesar, tremendas aptitudes de los paquidermos, talentos forjados a base de condicionamiento operante. Acto seguido el hombre del frac (nunca me aprendí su nombre) anunciaba el siguiente acto: los payasos.

Yo seguía observando desde las alturas, una vez aquí, el show se disfrutaba desde otra perspectiva ¿Pero que digo? ¡Disfrutar! Si a mí nunca me gustaron los circos, mi paso por este es mero circunstancial.

Aunque debo confesar un motivo secreto para no bajar, mi temor inusitado a los payasos; que yo recuerde nunca me hicieron algo que animara mi aversión, pero desde que caí aquí por gracia del destino, consideré prudente mantener cierta distancia. ¿Cómo se podía confiar en esos seres siempre cubiertos de maquillaje, haciendo bromas y riéndose a costa de los demás? Me cuesta entender que la gente les aplauda, ría con ellos y hasta tome fotografías.

El par que viene ahora sin embargo, me inspira cierta ternura. A su edad yo corría por los campos y trepaba árboles en la búsqueda de mi vocación; pero ellos, aquí, sirven de carne de cañón, simples patiños de Farolito, ese payaso maniaco protagonista de algunas de mis pesadillas, el peor de todos, la estrella del espectáculo ¿Qué culpa tienen ellos de que sus chistes sean en verdad malos? Como podrían divertir, cuando sus miradas ahogan gargantas de tristeza…

7 comentarios:

Janita dijo...

bien dice la cancion :

payaso ... soy un triste payaso ...

y si, no la culpo por su fobia para mi tambien son muy desagradables, tal vez sea porque me veo reflejada en ellos ...

una histerica sonrisa por fuera y por dentro y triste corazon roto ...

tragedias y comedias.

Sandra Becerril dijo...

Puedo decirtelo: odio a los payasos, nunca me gustaron, siempre pensé secretamente en asesinar a uno... creo que lo sigo pensando juar

besos

Anónimo dijo...

Te comprendo, a mi tampoco me gustan los payasos... y menos cuando tratan de usarte como objeto par stisfacer la morbosidad de los demas asistentes

Cantinero dijo...

no culpe a ellos culpe a los que les ponen el maquillaje...

Anónimo dijo...

no me gustan los payasos...

pero Cepillin es la neta!!!

aprovecho de dejarte un beso muy grande querida!!!

lemon dijo...

El otro día estaba viendo en la tele la história de Cepillín. La verdad que me llegó. Su papá lo corrió de la casa cuando se enteró que su hijo quería ser payaso. Todos pensamos que la vida de un payaso es pura felicidad, la decisión de hacer lo que te gusta y convertirte en payaso de profesión, me parece es lo más difícil.

Los mejores payasos son los que se burlan de sí mismos y hacen reir a los demás, no a la inversa.

Gabriel dijo...

algunos tienen el merito de arrancarnos una sonrisa... recuerde que no siempre un payaso es aquel que se pinta la cara y usa esos zapatotes...
en todo lugar estan estos seres, claro que algunos son mas impertinentes que otros